La transparencia es la palabra clave
Hoy en día, Sinne Eeg se destaca como una de las nuevas vocalistas y compositoras más fuertes de la escena del jazz escandinavo. Con su voz inconfundible y su gran capacidad para componer canciones, se ha consolidado como un talento en expansión y se ha creado una base de fieles seguidores en todo el mundo. Ya ha ganado varios premios, como el Danish Music Award (2007, 2010) y el Danish National Radio Jazz Award (2009), y ha trabajado con músicos como Chris Minh Doky, Curtis Stigers y Randy Brecker. Y en este momento, la joven cantante está a punto de lanzar un álbum completamente nuevo.

Asia vs. Europa y EE. UU.
Justo está hablando por el móvil, Sinne acaba de terminar una gira en Japón, donde se ha ganado una base de fans muy leal. También se ha dedicado a Asia. De viaje. Estando allí. Tocando música.

Pero, ¿los amantes de la música asiática, en general, aprecian su música de manera diferente?

«Bueno, creo que los amantes de la música asiática aprecian una buena melodía. Y aprecian de verdad algo bello.

No necesariamente tiene que ser rítmicamente sofisticada, pero a ellos les encanta una buena canción, y a mí también», subraya Sinne.

«Yo era parte de una gran producción en Asia. Y el productor del proyecto dictó lo que íbamos a tocar. Quería que hiciéramos clásicos como Smile de Chaplin y muchos básicos del jazz.

Yo soy del tipo «mi propia jefa», así que al principio era muy escéptica. Pero poco a poco comprendí que en realidad él tenía las de ganar. Porque les gusta de verdad una melodía buena y fuerte».

¿Pero la gente de Europa y EE. UU. no aprecia también una buena melodía?

«Sí, bueno, creo que la gente de todas partes aprecia una buena canción. Pero hay un público en Europa y Estados Unidos que está muy bien educado musicalmente y al que le gustan uno o dos retos musicales. Lo que quiero decir es que intento tocar para todos. Tiene que sonar bien. Que haya aprendido un acorde nuevo no significa que tenga que meterlo en la canción».

No hay necesidad de presumir
«Nunca fui realmente una artista de vanguardia en ningún sentido. Y creo que cuanta más música escribo y toco, más paz encuentro en mi corazón. Cuanto menos me importa lo que piense la gente. No siento que tenga que demostrar que somos buenos y que la música es técnicamente difícil de tocar».

Hoy en día, a Sinne a veces le gusta escribir música que sea simplemente excepcionalmente sencilla. No sofisticada. Directa. Mientras que en el conservatorio, posiblemente había tirado el material, temiendo que no pareciera suficientemente impresionante a la gente. Esos días ya pasaron. Hoy en día, se dedica más a comunicar la expresión y la visión sonora.

Creciendo con el jazz
Sinne creció con el jazz. Sus padres tenían una considerable colección de discos de jazz y rock/pop que ella «saqueaba», como dice. Y por supuesto, el legado se nota.

El jazz es el género natural para ella y su voz. Sin embargo, su forma de interpretar no es «llamativa». Para Sinne, la música no debe ser sofisticada ni «difícil», solo para demostrar de lo que eres capaz.

Por eso a veces disfruta creando arreglos muy sencillos y básicos. Esto, y la influencia de géneros típicamente más accesibles, puede oírse en sus grabaciones. En su nuevo disco, hay una nueva versión de Strawberry Fields Forever de John Lennon (aunque en realidad no es un tema fácil, rítmicamente hablando).

«No siempre se necesita tanto para convertir una canción pop en un tema de jazz», explica Sinne.

«Y yo soy muy impulsiva. No soporto tocar solo lo que dictan las notas o exactamente lo que hemos acordado. Lo emocionante es lo que ocurre cuando diez personas suben a ese escenario y tocan música. De eso se trata para mí», añade.

Lucha por tu sonido
Una cosa es tocar en vivo, otra es grabar y producir discos. Sinne tuvo fuertes discrepancias con los productores y las discográficas desde el principio. Ha luchado con uñas y dientes para dejar que brille su «sonido».

«Por suerte, hoy en día me produzco a mí misma y he encontrado un socio musical en Lasse Nilsson, en Suecia, que, en gran medida, comparte mi visión de la música y el sonido. Es capaz de resaltar detalles en los que yo no había reparado segundo a segundo y tiene las habilidades técnicas que yo misma no tengo.

Como en el nuevo disco. Los arreglos para orquesta incluyen todo tipo de pequeños detalles en las cuerdas, etc. Yo no siempre los noto, pero él sí».

La cuestión es que trabajar con personas, músicos e ingenieros, que hablan el mismo idioma produce el mejor resultado. Eso y las personas que tienen habilidades que tú no tienes. Personas que hacen que Sinne Eeg suene bien. Florecer y prosperar.

«Eso se aplica a muchos contextos», dice y continúa: «En la música, las corporaciones y las empresas. Personas con diferentes habilidades, pero que hablan el mismo idioma, trabajando bien juntas crean un resultado sólido».

Deshacerse del solo de piano del siglo
Producir discos también significa hacer sacrificios. Puesto que la variación y la impulsividad son elementos esenciales en el mundo musical de Sinne, no siempre es fácil.

«Todavía tenemos que ser disciplinados en el estudio. Normalmente, no puedes permitirte cambiar demasiadas cosas demasiadas veces. Si escuchas unas cuantas tomas del mismo tema, pronto descubrirás que pueden ser MUY diferentes en cuanto a tempo, groove, forma, etc. Pero no me queda más remedio que ver el álbum en su totalidad. Decidir qué es lo mejor para lograr un todo unificado. Aunque eso signifique saltarse el solo de piano del siglo», ríe.

Actualmente, Sinne se está preparando para tocar y actuar en varios festivales internacionales de jazz, desde Copenhague a Brasil, de China a Japón. Su nuevo disco fue lanzado recientemente en Japón y estará disponible en toda Europa a finales de 2012.

Descubre más información sobre la contribución de Sinne Eeg al CD DALI Vol. 3, y escucha más de su música aquí: www.sinnemusic.com.

- Runa H. Jensen, rhj@dali.dk