Ofrecer una señal de audio clara es una parte vital para recrear una experiencia auditiva agradable. Lo hacemos minimizando la pérdida de información y asegurando una reproducción suave y continua tanto en el dominio temporal como en el de frecuencia. Para lograr esa uniformidad, los cabezales de los altavoces deben estar integrados perfectamente.
CLARIDAD
by Simon W.
October 2nd 2024
La integración correcta de dos o más cabezales «superpuestos» depende de numerosas combinaciones de elementos, lo cual solo puede lograrse optimizando cuidadosamente cada cabezal para una respuesta de frecuencia perfecta en su área de trabajo principal, así como en sus límites exteriores. Prestar atención al área de caída es un factor esencial para crear una experiencia sonora verdaderamente coherente.
El oído humano es particularmente sensible en el rango de frecuencias medias, centrado alrededor de 3000 Hz. Esta área de frecuencia es también donde la mayoría de los cabezales de bajos/medios entregan la señal al tweeter. Cualquier distorsión, caída de señal o mala integración del comportamiento de fase entre los dos cabezales, o cualquier otro tipo de coloración dentro de esta área crucial, degradará notablemente la claridad del audio.
Incluso si todo lo demás está bien en el diseño de audio del altavoz, un error en la amplia zona de superposición dentro de las frecuencias medias impactará significativamente la suavidad del sonido. También arruinará la tridimensionalidad de la imagen sonora.
En DALI, nos esforzamos por una integración perfecta y un equilibrio impecable entre todos los niveles, relaciones de fase y otros factores involucrados en la creación del espectro de frecuencias completo. Lograr esto, mientras eliminamos otras anomalías en la fase de frecuencia y la respuesta temporal, revela una experiencia musical detallada y fielmente reproducida.